La elaboración del queso fue descubierta por diversas comunidades al mismo tiempo. Las ovejas fueron domesticadas hace 12.000 años. La leche se conservaba en recipientes de piel o cerámica, pero como era difícil mantenerlos limpios la leche fermentaba rápidamente.
Cuenta la leyenda que un pastor, árabe, volvía a su morada con la leche de las ovejas dentro de una bolsa hecha con la tripa de uno de sus corderos y que después de caminar a pleno sol, al abrir al bolsa la leche estaba cuajada, solida, hecha queso.
Los romanos lo incluían en su dieta condimentándolo con tomillo, pimienta, piñones y otros frutos secos.
El nombre del producto proviene de la palabra griega fornos, así se llamaba al cesto para los quesos.
Al principio se utilizaba leche cruda, pero en la década de 1850 el microbiólogo Luis Pasteur, descubrió la pasteurización, por lo que cambio la forma de elaboración del queso.
Empezó a mezclarse leche de distinta procedencia y distintos rebaños para obtener un producto homogéneo y disminuyo la aparición de organismos que pudieran estropear el proceso.
PROPIEDADES DEL QUESO
Comparte casi las mismas propiedades nutricionales que la leche, excepto porque contiene más grasas y proteínas concentradas. Este alimento es una rica fuente de calcio, proteínas, grasas y vitaminas.
Proteínas: son del mismo tipo que las de las carnes rojas, que ayudan a formar, reparar y mantener los tejidos del cuerpo. Los quesos frescos tienen menos proteínas que los quesos curados.
Calcio: es uno de los minerales más importantes para el cuerpo humano. Ayuda a formar y mantener los dientes y huesos sanos, pero también es esencial para el funcionamiento del sistema nervioso y muscular.
El calcio ayuda a que la sangre circule a través de los vasos sanguíneos y a liberar hormonas y enzimas que influyen en casi todas las funciones del organismo
Vitaminas: el queso es rico en vitaminas A y D, ambas ayudan al cuerpo a absorber el calcio. También es rico en vitaminas del grupo B, como por ejemplo B12 (ácido fólico)
Grasas: las grasas que contiene el queso son de origen animal (grasas saturadas) son grasas que debemos de evitar si tenemos algún tipo de enfermedad cardiovascular. En estos casos, debemos decantarnos por quesos frescos desnatados.
BENEFICIOS DEL QUESO
El queso fortalece nuestros dientes, reduce la placa bacteriana, estimula la producción de saliva y mantiene nuestra boca limpia de forma natural.
Es beneficioso para los huesos por su alto contenido en calcio, lucha contra la osteoporosis y otras enfermedades de los huesos.
Nos ayuda a fortalecer el sistema inmunológico por lo que aumentan nuestras defensas contra las enfermedades.
Mejora el aspecto de nuestra piel.
CURIOSIDADES DEL QUESO
Existen más de 2000 variedades de queso.
La forma de rueda del queso tiene su explicación y es que esta es la forma que, en tiempos, el hecho de poder hacerlos rodar permitía su transporte de manera fácil.
Grecia es el país en el que se consume más cantidad de queso por habitante, alrededor de los 27.3 kilos de queso al año.
Existe una variedad de queso elaborado con leche humana.
Además del queso elaborado con leche humana, el queso puede hacerse con cualquier tipo de leche: vaca, oveja, cabra, búfala, camello, burro, caballo, alce…
Alrededor del mundo se producen cerca de 20 millones de toneladas de queso cada año, cifra que va aumentando.
La primera fábrica de queso se estableció en suiza en el año 1815.
Se necesitan 5 litros de leche para elaborar 450 gramos de queso.
El queso más caro del mundo es el Pule. Se elabora en Serbia, en la zona de los Balcanes, a partir de leche de burra.
A los amantes del queso se les llama turofilos (tyros – queso, philos – amante).
Cuando tenemos un queso en la nevera y lo queremos consumir, debemos sacarlo y dejarlo atemperar para que este en su estado óptimo. La temperatura ideal es entre 18 y 20 grados en el caso de los blandos y 22 – 24 grados en el caso de los quesos duros o semi duros.
EL QUESO EN LA COCINA, RECETA:
Tarta de queso.
- 400 g queso crema.
- 3 huevos.
- 160 g azúcar (8 cucharadas).
- 25 g maicena (1 cucharada).
- 150 ml leche.
- 200 ml nata (crema).
- 150 g galletas para la base.
- 80 g mantequilla para la base.
- 200 g fresas para el acabado final.
- 50 g azúcar para el acabado final.
- 1 limón para el acabado final.
A continuación os dejamos el vídeo con la riquísima receta, para visualizar podéis PULSAR AQUÍ.
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