domingo, 21 de noviembre de 2021

DOMINGOS DE CINE: NANNERL, LA HERMANA DE MOZART

Mañana 22 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Música, como una fecha dedicada a todas las personas intérpretes, amantes, creadoras y relacionadas con la música y en general a todas las personas que disfrutan con la música.


La fecha del 22 de noviembre conmemora la muerte de Santa Cecilia, patrona de las músicas y los músicos. Santa Cecilia (mártir cristiana) fue retratada en el siglo XV por los artistas de la época, siempre tocando el arpa u otros instrumentos musicales, razón por la que se le ha otorgado esta efeméride.

Las primeras celebraciones de este día se remontan al Edimburgo de 1695. Posteriormente se unieron a las celebraciones países como Alemania, España y Francia. En América Latina fue Brasil el país pionero de celebrar una fiesta el 22 de noviembre, comenzando entre 1919 o 1920, extendiéndose posteriormente al resto de los países iberoamericanos.

Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Música, te invitamos a ver el siguiente video, pulsa aquí para visualizarlo.

“La música es el movimiento natural de la gente de acción”
Y para ti ¿qué es la música? cuéntanoslo en El Balconcito de Hortaleza.

                     
Haciendo honor a las mujeres relacionadas con la música hoy os invitamos a ver esta película: “ NANNERL, LA HERMANA DE MOZART”



El guion de Nannerl Mozart, escrito por Féret (premio Jean Vigo en 1975 y seleccionado en competición en Cannes en 1977), que suele producir y distribuir él mismo sus películas, se inspira libremente en el personaje histórico de Maria Anna Mozart, llamada Nannerl (Marie Féret). Niña prodigio, es objeto de los cuidados de su padre (Marc Barbé) encantado por sus talentos musicales, hasta que este último decide concentrarse sobre su joven hermano Wolfgang (David Moreau), que demuestra un don similar.

La adolescente, de casi 15 años, entra en conflicto con el padre que le prohíbe la práctica del violín y la composición musical. Se encuentra con las tres últimas hijas de Luis XV en la Abadía de Fontevraud, se enamora del Delfín de Francia, y cultiva a través del amor su propio don para la música. “Nännerl Mozart me hace pensar en Camille Claudel,  Adèle Hugo, estas mujeres artistas a quienes se le impide la práctica de su arte, que a veces luchan hasta la locura para existir” explica René Féret. “Es una tentativa de hacer justicia en nombre de todas las mujeres excluidas de la creación artística debido a su sexo"

¿Quién fue Nanerl?
Maria Anna Walburga Ignatia, hermana mayor de Mozart, fue una niña prodigio como su hermano. Ambos unidos por la mutua admiración infantil y la interpretación musical, fueron exhibidos por su ambicioso padre por las cortes de Viena y París. Pero mientras Mozart continuó con su carrera musical, Maria Anna tuvo que abandonarla por su papel de madre y esposa.

La hermana mayor, “Nannerl”
Maria Anna, conocida también como “Nannerl” o “Marianne”, era la mayor de los cuatro hijos del matrimonio Mozart. Nació el 30 de julio de 1751. A los siete años, ante la atenta mirada de Wolfgang, su padre Leopoldo empezó a enseñarle a tocar varios instrumentos. Pronto destacó como genial intérprete en clave y piano. A sus clases se uniría pronto su hermano pequeño, compañero también de sus juegos en los que crearon un mundo de fantasía y se hicieron inseparables.
Cuando Leopoldo Mozart decidió mostrar al mundo el prodigio de su hijo Wolfgang, también se llevó a Marianne. Las cortes de París y Viena fueron testigos de la genialidad de los dos hermanos por igual. Pero mientras Wolfgang estaba destinado a continuar exprimiendo su genialidad, a la joven casadera Marianne se le terminaba el tiempo.

El matrimonio como principal ocupación.
En el siglo en que vivió la joven Nannerl no había lugar para mujeres excepcionales, o al menos así lo dictaba la tradición y la costumbre. Sólo un carácter valiente y rebelde hubieran conseguido poner a la hermana de Mozart a su misma altura en la historia de la música. Pero Nannerl se mostró siempre sumisa a los designios de su padre y dispuesta a aceptar el destino que le tocaba como mujer.
Nannerl no sólo tuvo que abandonar su espléndida carrera como intérprete sino que también tuvo que renunciar a un verdadero amor, el capitán y tutor Franz D'Ippold, por el marido que su familia le había escogido para ella. Su carácter obediente contrastaba con los constantes actos de desobediencia de su hermano a quien no gustaba en absoluto que Nannerl acatara todas las órdenes de su padre. A pesar de los esfuerzos de Wolfgang porque su hermana siguiera los dictados de su propia voluntad, Nannerl aceptó casarse con la elección de Leopoldo, un magistrado millonario llamado Johann Baptist Franz von Berchtold zu Sonnenburg.
Así Nannerl pasó de ser una joven prodigio a convertirse en la rica esposa de un magistrado. Se hizo cargo de cinco hijos que su marido ya tenía de dos matrimonios anteriores y de los tres hijos que tuvo con él. Sin embargo, el mayor de estos, llamado Leopold, fue criado por su abuelo, no se sabe a ciencia cierta si para convertirlo también en un genio de la música como Wolfgang o por otras razones desconocidas.

Lo que pudo ser y nunca fue.
Marianne hubiera sido probablemente el alter ego femenino de su hermano Wolfgang. Según unas cartas que éste escribió a su hermana en las que alababa sus obras, Marianne podría haber iniciado su carrera como compositora, aunque nunca se conoció ninguna pieza musical suya. Lo que sí está claro es que fue una genial intérprete y que podría haber llegado muy lejos en el mundo de la música si los corsés de la época y su propia voluntad no lo hubiesen impedido. Su particular contribución fue sin duda la inspiración de varias de las geniales obras de su hermano.
A pesar de quedarse ciega, continuó ejerciendo como profesora de piano y tocando este instrumento hasta su muerte el 29 de octubre de 1829.

SIN MAS DILACIÒN…¡MUSICA MAESTRA!

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