sábado, 20 de noviembre de 2021

AUDIOLIBRO: PLATERO Y YO

Juan Ramón Jiménez Mantecón (Moguer, Huelva, 23 de diciembre de 1881 – San Juan, Puerto Rico, 29 de mayo de 1958). Poeta español y premio Nobel de Literatura.


Estudia en la Universidad de Sevilla, pero abandona Derecho y Pintura para dedicarse a la literatura influenciado por Rubén Darío y los simbolistas franceses. Tiene varias crisis de neurosis depresiva y permanece ingresado en Francia y en Madrid; en esta ciudad se instala definitivamente. Realiza viajes a Francia y a Estados Unidos, donde se casa en 1916 con Zenobia Camprubí. En 1936, al estallar la Guerra Civil española, se exilia a Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico. En este último país recibe la noticia de la concesión del Premio Nobel de Literatura en 1956.

La crítica suele dividir su trayectoria poética en tres etapas:

Etapa sensitiva (1898-1915): marcada por la influencia de Bécquer, el Simbolismo y el Modernismo. En ella predominan las descripciones del paisaje, los sentimientos vagos, la melancolía, la música y el color, los recuerdos y ensueños amorosos. Se trata de una poesía emotiva y sentimental donde se trasluce la sensibilidad del poeta a través del perfeccionismo de la estructura formal.

Etapa intelectual (1916-1936): descubrimiento del mar como motivo trascendente. El mar simboliza la vida, la soledad, el gozo, el eterno tiempo presente. Se inicia, asimismo, una evolución espiritual que lo lleva a buscar la trascendencia. En su deseo de salvarse ante la muerte se esfuerza por alcanzar la eternidad a través de la belleza y la depuración poética.

Etapa verdadera (1937-1958): todo lo escrito durante su exilio americano.
Las obras poéticas de Juan Ramón Jiménez son muy numerosas, con libros que, a lo largo de su vida y en un afán constante de superación, repudia o de los que salva algún poema, casi siempre retocado en sus sucesivas selecciones.

Hoy os traemos la obra "Platero y yo" trata sobre la vida de un burro muy querido llamado Platero. Este asno está bajo el cuidado de un jovencito que lo quiere y lo trata como si fuese su mejor amigo. Por diversas razones, entre ellas la muerte de sus familiares, este muchacho no confía en las demás personas.


La narración no tiene un orden cronológico, los capítulos recopilan y exponen experiencias y recuerdos vividos, que van y vienen, entre Platero y el narrador. Sin embargo, los hechos relatados transcurren en primavera y culminan en invierno, coincidiendo con las estaciones del año.
Veamos algunas de las vivencias que acontecen a los protagonistas en cada época del año:

Inicio (I-XXIV)
Al inicio de la obra, el narrador describe al burro. A partir de entonces, el joven narra las aventuras que vive junto a Platero.
Entre sus primeras vivencias destacan: la noche que un hombre quiere robarles los alimentos, pero el narrador consigue evitarlo. También cuando el burro se clava una púa y casi se queda cojo, entonces el muchacho le cura con agua del arroyo. Entretanto, el narrador descubre a Platero los detalles de su niñez por la calle donde vivió y el paisaje durante una puesta de sol.

La primavera (XXV-LXIV)
A la llegada de la primavera, el protagonista observa el campo y describe los rasgos propios de la estación. En esta época el joven y el burro viven diferentes aventuras, entre las que destacan: el día en que son testigos de cómo un guardia mata a un perro porque tiene sarna. En el mes de abril, Platero disfruta del campo lleno de flores mientras se las come.
También, los protagonistas son testigos de cómo el canario verde se escapa de su jaula y consigue volar.
Un día, el joven descubre que una sanguijuela hace que Platero no pare de sangrar, cuando se la quita el animal mejora. Más adelante, presencian cómo los carros se dirigen a la Romería del Rocío.

El verano (LXV-LXXXIV)
El narrador describe los rasgos propios de esta estación y también cómo Platero chorrea sangre a causa de las picaduras de los tábanos.
Durante el verano, los protagonistas viven las siguientes aventuras: el día que presencian una tormenta muy fuerte; la llegada del tiempo de vendimia, mientras el narrador descubre las diferentes labores en el campo y en las bodegas de la zona.
En septiembre, Platero y el joven acuden a una fiesta con fuegos artificiales, el animal se asusta por el ruido. En este mismo mes, el narrador cuenta cómo muere una de las niñas del pueblo que jugaba con el burro. Pronto también describe la muerte del canario.

El otoño (LXXXV-CXVII)
La entrada de esta estación hace que Platero esté cada vez más perezoso. En octubre, los niños vuelven al colegio y no juegan en la calle. Este hecho hace que el burro y el joven estén aburridos.
En uno de los habituales paseos, el narrador y Platero descubren un racimo de uvas olvidado, cuando ya no es época de vendimia, y se lo comen.
En noviembre, el narrador y Platero recolectan leña para la chimenea. Pronto ambos enferman y el narrador describe el sonido de las calles desde su cuarto.

El invierno (CXVIII-CXXXVIII)
Cuando llega el invierno, el narrador describe un día lluvioso desde su casa. En esta estación, los protagonistas viven las siguientes aventuras: la noche en que salen a contemplar las estrellas mientras el resto del pueblo se resguarda del frío de la noche; el día de Reyes, el cual el protagonista recibe con nostalgia; el lunes de Carnaval, cuando los niños se disfrazan y las calles se llenan de gente, el ruido no agrada a los protagonistas.
Al final, durante los últimos capítulos, Platero muere y el narrador queda solo y nostálgico, mientras guarda la esperanza de que el burro siga ahí.

A continuación, os dejamos el enlace del audiolibro “Platero y yo”:


¡Esperamos que lo disfrutéis, gracias a todos y todas por seguirnos!

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