Después de ver esta película nos gustaría comentar algunos elementos importantes:
· El agua. La sequía que asola a la aldea es una metáfora de los corazones abrasados. El agua es signo de vida, cosecha abundante y prosperidad. El director de la película dice: “Algunas canciones tradicionales árabes nos cuentan que el hombre debe "regar" a la mujer como si fuera una flor o suelo fértil. Y estas mujeres les dicen a los hombres que no olviden "regarlas". En otras palabras, les están diciendo que no las desatiendan. Mientras el hombre no lleve el agua a la aldea, no puede regarlas”.
· La mujer. La película es un canto a la mujer y al amor. Reconoce la sensibilidad de la mujer ante la injusticia y su capacidad para movilizar todas las energías y restaurar la vida donde hay sequía y muerte. La mujer es valorada por su capacidad de tener hijos. Queda manifiesto el rechazo, el sentimiento de vergüenza y culpa que padecen cuando son estériles. La mujer no es dueña de su cuerpo, en contra de su voluntad el hombre puede disponer de él.
· La huelga. Manifestación Leila y Madre Fusil lideran una huelga que tiene como fin liberar a la mujer de cargas absurdas que provocan la muerte y movilizar a los hombres para que se responsabilicen de tareas que contribuirán a la mejora de la calidad de vida en la comunidad. La huelga que promueven es pacífica pero no deja indiferentes a quienes escuchan su denuncia provocando malestar en algunos hombres y mujeres, en el transcurso del film podemos percibir como se va generando un ambiente de tensión y violencia. La actitud de las mujeres que promueven la huelga es firme no hay mayor don que el amor y la vida. Resisten la hostilidad y todas las dificultades apoyadas unas en otras, su complicidad las hace resistentes, pacíficas, creativas… para favorecer la vida.
· Liderazgo compartido por diferentes generaciones Leila y Madre Fusil son mujeres de distintas generaciones que se unen en un proyecto común. La idea de Leila necesita del apoyo de la mujer anciana, su autoridad será imprescindible para que la revolución que quiere promover Leila tenga resonancias y fuerza en las otras mujeres de la aldea. Leila es como aire fresco en la aldea, su indignación ante lo que vive como injusto encuentra eco en la sabía viuda que reconoce en las palabras y actitud de Leila: la injustica que han sufrido, la necesidad de conquistar la libertad y el impulso del amor que puede transformar la realidad que están viviendo.
· Lugares sólo para mujeres: La sauna y la Wadi Radu Mihaileanu explica “En ese tipo de comunidad, las mujeres se reúnen en sitios donde pueden hablar sin que los hombres las escuchen. Allí es donde hacen confesiones de todo tipo y bromean entre ellas. Esos lugares están claramente definidos. La sauna, donde los hombres tienen prohibida la entrada mientras haya mujeres; la wadi, donde las mujeres lavan la ropa, y otros espacios donde se pueden refugiar, por ejemplo, para leer en privado o escribir cartas. Y ahí es donde Leila le dice a Esmeralda que debe aprender a leer y escribir, algo que con toda seguridad la liberará.” Es en la sauna y en la Wadi donde se va gestando la revolución que quieren hacer. En estos dos espacios comentarán la iniciativa, los miedos y temores, las dificultades… en sus diálogos se abren a otro mundo posible que es necesario empujar con todas las energías, poniendo en juego su audacia e inteligencia y su capacidad de constancia y aguante.
· La tradición y el orden patriarcal, en nombre de la tradición se mantienen estilos de vida que mantienen los privilegios de unos pocos, en este caso de los hombres de la aldea. A veces el orden patriarcal cuenta con el apoyo de algunas mujeres. La música y la danza, expresa el lamento y la alegría de la vida. Radu Mihaileanu explica que “en la tradición oriental, las cosas no se dicen directamente. Es importante no humillar a nadie, nadie debe ser el perdedor. Por tanto, muchos intercambios se producen a través de la música, la danza, la poesía. Quería expresar algunas cosas a través de la danza de las mujeres. Esas canciones y danzas tenían que ser luminosas, alegres, incluso si el mensaje subyacente era cáustico.
· Igualdad para acceder a la cultura y a la sociedad, dignidad en el trato recibido por sus maridos, y libertad para decidir su futuro son algunas de las exigencias de un grupo de mujeres espoleadas por Leila, una hermosa joven que sabe leer y escribir y que piensa por sí misma… y que además ama sinceramente a su marido.
· Los seres diminutos. En la lucha por el agua que dé vida, la lucha por la igualdad y la libertad, los “seres diminutos” son una metáfora para hablar de la importancia de lo pequeño, de la fuerza transformadora de mujeres indefensas que unen sus energías y ponen en juego todas sus capacidades con audacia asumiendo los riesgos en pro de un bien mayor para la comunidad. La guerra de amor que libraron los “seres diminutos” reivindicando mejores condiciones de vida para la comunidad verá su fruto a pesar del peso de la tradición, de la incredulidad de los sensatos varones, del rechazo de algunas mujeres. La constancia de los “seres diminutos”, es decir de las mujeres, transforma la realidad más cercana, mantiene la vida, mueve el mundo.
· Cultura y educación como factores de emancipación, La importancia de estos aspectos quedan recogidos en el interés de Sami por ayudar a sus alumnos y alumnas a pensar, en el interés de Leila por leer y aprender, en la posibilidad que tiene el periodista, desde su cualificación, de poner altavoz a lo que se está viviendo en la aldea. Cada vez son más mujeres las que aprenden a leer y escribir. La película toca, el derecho de la mujer a leer el Corán y expresar su opinión sobre las suras. El Corán afirma claramente que "la obligación del ser humano es la elevación a través del conocimiento". Eso incluye a hombres y mujeres. En la película, Leila plantea esa cuestión.
· Proceso de conversión de los varones. A lo largo de la película podemos percibir como algunos varones van evolucionando y cambiando su forma de percibir la realidad gracias a la reivindicación de las mujeres. El encuentro de Sami con el que fue compañero de colegio en la infancia expresa el largo camino de maduración de ambos, la necesidad de expresar lo que llevamos en el corazón con peso y dolor, la capacidad de acoger con humildad el daño hecho, la liberación…
· La relación de amor entre Leila y Sami. Leila y Sami se quieren profundamente, ambos se apoyan y van superando las crisis que provoca la huelga. Leila a través de la formación que va recibiendo y del amor que experimenta se abre al mundo, se descubre así misma y se va poniendo en pie. En este proceso se va sintiendo compañera de camino de otras mujeres que se ayudan y apoyan para conseguir erguirse y liberarse. Sami es un hombre moderno que conserva prejuicios culturales, cuando sabe que Leila ha estado enamorada de otro hombre en su juventud, se plantea repudiarla por la vergüenza que esto supone para su familia. Sólo el amor logra vencer estos obstáculos. Una bella escena expresa con fuerza la relación de amor entre Leila y Sami. Después de haber logrado el objetivo que perseguía la huelga, Sami y Leila hacen el amor y se expresan todo su afecto con ternura y gozo.
Radu Mihaileanu juega con los términos del agua y del amor, del manantial y del corazón, para refrescar a los intérpretes del Corán el sentido original de las leyes del Profeta y para ensalzar la figura de la mujer.
La película nos muestra:
La importancia de reivindicar el poder y la posición femenina en una sociedad, luchar por la liberación de las cargas machistas. La capacidad de la mujer de transformar la realidad. Que hay ciertas obligaciones tradicionales, quizás basadas en los tiempos antiguos, que ya no tienen sentido en una época de adelantos técnicos y científicos, de libertad, de igualdad. Que no podemos ser indiferentes a las injusticias sociales producidas por los mismos seres humanos. La queja no basta hay que pasar a la acción, hay que luchar por lo que se quiere y se considera justo.
No tener miedo a los cambios, porque son inevitables. Nuestra sociedad pide “a gritos” un cambio en este tema.
La importancia de fomentar la educación en todas las culturas porque ayuda a encontrar sentido y vivir de una forma más digna: “Leila sabe leer y escribir y conoce otras formas de vida más dignas”.
Cómo hay muchas formas de vivir la masculinidad: La de aquellos que apoyan y comprenden a sus mujeres (como el marido de Laila o su suegro). O los hombres, que se han vuelto cómodos, dependientes del gobierno, en espera del subsidio o del dinero del turista visitante que viene a ver las danzas de las mujeres. Hombre que se pasan el día fumando, conversando, chismorreando y las mujeres deben cocinar, mantener el hogar, soportar el mal genio y alguna paliza ocasional de sus hombres y dar satisfacción nocturna a sus modernos dueños…
La necesaria implicación de mujeres y hombres en una comunidad para que mejore y salga adelante. La fortaleza de la mujer para afrontar los conflictos, resolver con audacia las dificultades y su capacidad de aguante y sufrimiento. El canto y la danza de las mujeres son expresión de sus deseos, su visión de la realidad y su deseo de transformarla.
¡Esperamos compartas en el Balconcito de Hortaleza tu opinión sobre la película y su temática!
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