EL BALCONCITO DE HORTALEZA: VELAS, USOS Y BENEFICIOS

¿Quién de vosotros/as no tiene alguna vela en casa?. Ya sea para decorar, para relajarnos, o incluso para alumbrarnos.

Quizás a veces no lo tengamos muy presente, pero, la luz eléctrica no estuvo siempre.

Hoy vamos a hablar de las velas como elemento/herramienta beneficiosa para la salud, como para dar un toque acogedor a nuestros espacios.

Acompáñanos en este breve repaso sobre la historia de las velas.

Los primeros indicios de uso y la existencia de las velas:

Los egipcios usaban velas, generalmente se les atribuye el haber desarrollado este tipo de iluminación al sumergir el papiro enrollado repetidamente en sebo derretido o cera de abejas.

Las velas resultantes se usaban para iluminar sus hogares, ayudar a los viajeros por la noche y en ceremonias religiosas.

Los historiadores han encontrado evidencia de que muchas otras civilizaciones primitivas desarrollaron velas usando ceras hechas de resinas de plantas o derivados de la actividad de los insectos.

Se dice que las primeras velas chinas fueron moldeadas en tubos de papel, usando papel de arroz enrollado para la mecha, y cera de un insecto oriental que se combinó con semillas.

En Japón, las velas se hacían de cera extraída de frutos secos, mientras que, en la India, la cera de las velas se hacía hirviendo el fruto del árbol de canela.

También se sabe que las velas jugaron un papel importante en las primeras ceremonias religiosas.

Velas durante la edad media:

La mayoría de las culturas occidentales primitivas fabricaban velas de la grasa de los animales.

Una mejora importante se produjo en la Edad Media, cuando se introdujeron las velas de cera de abejas en Europa.

Las velas de cera de abejas eran ampliamente usadas por la iglesia, eran costosas por lo que su uso se limitaba prácticamente a las personas con un alto nivel adquisitivo.

La fabricación de las velas de sebo se convirtió en un oficio gremial sobre todo en Francia e Inglaterra allá por el siglo XIII. Estos artesanos/as iban de casa en casa haciendo velas de las grasas de la cocina atesoradas para ese propósito, o hacían y vendían sus propias velas en pequeñas tiendas.

La iluminación en la Edad Moderna:

El nuevo mundo hizo su primer aporte al descubrir que al hervir ciertas bayas producían una cera de olor dulce que ardía limpiamente. Sin embargo, este trabajo era muy tedioso por lo que no obtuvo un gran éxito.

El crecimiento de la industria ballenera trajo consigo una cera obtenida por cristalización del aceite de cachalote, y esto además en cantidades mucho más altas. Como la de abeja esta cera no producía un olor repulsivo, y producía una luz más brillante y cálida.

Los avances del siglo XIX:

Los principales avances en la fabricación contemporánea de velas tuvieron lugar durante el siglo XIX. Cuando un químico francés llamado Michel Eugene Chevreul, descubrió cómo extraer ácido esteárico de los ácidos grasos animales. Esto condujo al desarrollo de la cera de estearina, más resistente, duradera y quemada limpiamente. Estas velas continúan siendo populares hoy en día.

Joseph Morgan, inventor, creó una máquina moderna que desarrollaba velas continuamente a través de un molde. Con esta producción “masiva” las velas pasaron a ser un objeto de mayos asequibilidad.

La cera de parafina se introdujo en la década de 1850, después de que los químicos aprendieron a separar eficientemente la sustancia cerosa natural del petróleo y refinarla.

Finalmente, con la introducción de la bombilla en 1879, la fabricación de velas comenzó a decaer

Algunos de los usos saludables de los que hablamos son los siguientes:

1- Pueden incrementar tu concentración.

Del mismo modo en que se ha confirmado que los colores de las paredes del hogar o de una oficina pueden estimular determinados sentimientos, las fragancias de una vela también influyen en nuestro estado emocional.

Por ejemplo, las fragancias de eucalipto pueden aportar claridad mental e incrementar nuestra concentración. A su vez, se trata de una fragancia estimulante.

De forma adicional, el aroma de una vela de eucalipto puede actuar como un vasodilatador y así incrementar el flujo de sangre. Es decir, un mayor flujo sanguíneo que llegue al cerebro se traduce en un mayor poder cerebral.

De acuerdo a otro estudio, algo similar sucede con el neroli. Una fragancia que se obtiene a partir de la flor del naranjo amargo, la cual cuenta con un elevado poder estimulante.

2- Cuentan con un efectivo poder relajante:

El efecto relajante del aceite de lavanda ha sido ampliamente investigado. Un estudio demostró que respirar esta fragancia puede calmar el sistema nervioso y también cambiar las ondas cerebrales hacia una fase de relajación.

Por otra parte, algunos estudios han señalado que la inhalación del aceite esencial de gardenia tiene un poderoso efecto ansiolítico.

*Mientras que el aroma de sándalo tiene efectos relajantes y podría ser útil para quienes presentan migrañas.

3- Te ayudan a desconectarte de las presiones diarias

Una opción muy recomendable es el aceite de vetiver, ya que es ideal para tratar el nerviosismo y el insomnio.

También son muy eficaces las velas aromáticas con incienso. Las mismas se destacan por su efecto sedante y por su capacidad para regular el sistema nervioso.

“Miles de velas pueden ser encendidas con una sola vela, la felicidad nunca disminuye si se comparte” Buda

A continuación, os compartimos los siguientes enlaces sobre velas, salud, hogar y decoración.

“¿Cómo hacer una vela ecológica infinita?

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