El baile y sus “bailaoras/es”
Los bailaores y bailaoras interpretan cada pieza con movimientos de brazos, contoneos de cuerpo y ‘zapateos’ acordes a cada palo flamenco
El baile y la música actual es el resultado de siglos de evolución, integración y unificación de elementos de diversas culturas.
Con el desarrollo de la música flamenca surgió también el del baile flamenco, que apareció por primera vez, de modo reconocible como una danza estructurada, en el siglo XVIII.
Al principio, la atención del flamenco se centraba en la voz del cantante, pero poco a poco en las actuaciones que se hacían en los antiguos cafés, la pasión que derrochaban los bailaores sobre el escenario fue llamando la atención del público y el baile comenzó a robarle protagonismo al cante
En un show flamenco, el papel de la bailaora o bailaor flamenco es el de interpretar físicamente la letra de la canción, con movimientos suaves y elegantes que contrastan, en ocasiones, con intensos ‘taconeos’ o giros.
El zapateado flamenco es una parte esencial del baile flamenco. En el flamenco el bailaor se convierte en músico. Su instrumento musical son sus pies con sus zapatos de flamenco.
El zapateado flamenco tiene una técnica de baile bien específica. Esta técnica incluye numerosos principios de baile, desde la postura corporal y el dominio del compás de cada palo flamenco hasta la musicalidad, la fuerza y la velocidad.
La percusión del zapateado flamenco se logran con las diferentes partes de los zapatos flamencos: la planta, la punta y el tacón.
El sonido de percusión se crea con la suela de los zapatos y los clavos que llevan los zapatos en la punta y el tacón.
El toque de guitarra
La postura y la técnica de los guitarristas flamencos, llamados “tocaores”, difiere de la usada por los intérpretes de guitarra clásica.
Mientras el guitarrista clásico apoya la guitarra sobre su pierna izquierda de forma inclinada, el guitarrista flamenco suele cruzar las piernas y apoyarla sobre la que se encuentra más elevada, colocando el mástil en una posición casi horizontal con respecto al suelo.
Los tocaores modernos suelen utilizar guitarras clásicas, aunque existe un instrumento específico para este género llamado guitarra flamenca. Ésta es menos pesada, y su caja es más estrecha que la de la guitarra clásica. Por lo general suele hacerse de madera de ciprés, con el mango de cedro y la tapa de abeto.
Antiguamente también se usaba el palo santo de Río o de la India, siendo el primero de más calidad, pero actualmente está en desuso debido a su escasez. En la actualidad, el clavijero más utilizado es el de metal, ya que el de madera plantea problemas de afinación.
Los tocaores usan la técnica del alzapúa, el picado, el rasgueo y el trémolo, entre otras. El empleo del pulgar es también característico en el toque flamenco, logrando así una mayor potencia y sonoridad que el guitarrista clásico.
También se apoya el dedo medio en el golpeador, el uso del mismo como elemento de percusión dota de gran fuerza a la interpretación guitarrística flamenca.
El acompañamiento y el toque solista de los guitarristas flamencos se basa tanto en el sistema armónico modal como en el tonal, lo más frecuente es una combinación de ambos. Según el tipo de interpretación se habla de; toque airoso, toque gitano o flamenco, toque sobrio, toque virtuoso, toque corto, toque frio...
Este es sólo un breve repaso por alguna parte de la historia del flamenco, como hemos ido explicando hasta ahora, es un arte histórico, lleno de colores, de mezclas, de evoluciones...
Os compartimos el siguiente enlace que os dirigirá a un documental sobre el flamenco desde una perspectiva de Igualdad :
“Flamencas, mujeres fuerza y duende”
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